Buenos días 10/11/2025
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Lunes, 10 de noviembre
DON BOSCO SOÑÓ CON LAS MISIONES
¡Buenos días a todos!
Chicos y chicas, ¿alguna vez han soñado con un viaje muy, muy lejano? ¿Con ir a un lugar donde las cosas son diferentes, la gente habla otro idioma, y hay tantas historias por descubrir? ¡A Don Bosco le pasó algo parecido! Pero su sueño no era solo de vacaciones; era un sueño que nacía de un corazón gigante.
Don Bosco, nuestro fundador, amaba mucho a los jóvenes de Turín (en Italia), pero sentía que su misión no podía quedarse solo allí. Él sabía que había otros chicos y chicas, en lugares muy lejanos, que también necesitaban conocer a Jesús, sentirse queridos y tener una oportunidad de ser felices. ¡Era como si le dijeran al oído que el mundo era su patio de recreo!
Imaginad que vuestro colegio es una caja. ¡Una caja genial y segura! Don Bosco pensó: "Es maravilloso estar aquí, pero si el amor de Dios es para TODOS, ¿por qué lo guardamos sólo dentro de esta caja?"
¿Qué hizo? Tuvo el coraje de mirar más allá de las montañas de Italia.
¿Qué significa para nosotros? Significa que el amor y la amistad no tienen barreras. Ser un buen amigo, ser respetuoso, y ayudar a los demás no es algo que solo hacemos en clase o en casa. ¡Es para el mundo entero!
Pensemos:
¿En qué pequeñas cosas podemos ser "misioneros de
Don Bosco" aquí en Madrid, hoy?
¿Cómo podemos abrir nuestra "caja" de confort
para que más gente sienta nuestro cariño salesiano?
¡El viaje comienza en nuestro propio corazón!
Señor Jesús, que inspiraste a Don Bosco a soñar con misiones, te pedimos hoy
que nos enseñes a ver más allá de lo evidente y a ser generosos con tu palabra.
Danos corazones abiertos para servir. Amén.
Ave María
MARÍA AUXILIADORA, RUEGA POR NOSOTROS
.LA PRIMERA EXPEDICIÓN A ARGENTINA
150 años del
envío de los primeros misioneros salesianos
Chicos y chicas, si el sueño de Don Bosco era salir de Italia, su primer gran paso fue enviar a un grupo de salesianos muy valientes. Esto pasó hace 150 años, ¡hace muchísimo tiempo!
Imaginemos esto como el inicio de una serie de televisión de aventura que se llama "La Gran Misión".
El Capitán y su Equipo
Don Bosco sabía que, para ir a un lugar tan lejano como Argentina, necesitaba a gente que tuviera fuego en el corazón.
El Capitán de la Misión: Era el Padre Juan Cagliero (que luego sería obispo). Él y otros nueve salesianos y salesianas se ofrecieron para ir.
La Tarea: Iban a la Patagonia, al sur de Argentina, una tierra muy grande, con gente nueva, paisajes desconocidos y muchísimos jóvenes que necesitaban ayuda.
El Desafío: Cruzar un océano en barco, lo que tardaba muchísimas semanas, sin WhatsApp, sin videojuegos, y sin saber exactamente lo que encontrarían. ¡Era una aventura de fe y valentía!
Hace 150 años, ese viaje cambió la vida de miles de jóvenes en Argentina. Hoy, nosotros somos los herederos de ese barco cargado de sueños. ¿Qué semilla de bondad vamos a plantar en nuestro colegio y en nuestra ciudad esta semana?
ORACIÓN FINAL
Jesús, te damos gracias por el envío de los primeros salesianos a Argentina,
hace 150 años. Gracias por su valentía, su esperanza y su amor misionero. Danos
contagio de su espíritu de servicio. Amén.
Ave María
MARÍA
AUXILIADORA, RUEGA POR NOSOTROS
Miércoles, 12 de noviembre
DON BOSCO DIO UNOS CONSEJOS MUY CONCRETOS A LOS PRIMEROS MISIONEROS
LECTURA Y REFLEXIÓN
La Despedida: Un Abrazo que Cruza el Océano
En 1875, el día que partieron, fue muy emocionante. Don Bosco les dio un abrazo fuerte a cada uno y les dijo algo muy importante: "Vayan con un gran amor por las almas, especialmente por los más pobres. Recuerden que su ropa es el respeto, y su comida es hacer el bien."
No les dijo: "Vayan a cambiar a la gente" Les dijo: "Vayan a servir y a amar".
¿Qué significa para nosotros? Significa que cuando somos salesianos, llevamos con nosotros el cariño y el apoyo de toda la familia de Don Bosco (como si todo el colegio nos diera un empujón cariñoso). Nunca estamos solos.
Sembrando Esperanza en un País Nuevo
Cuando los salesianos llegaron a Argentina, se pusieron manos a la obra con el mismo estilo que Don Bosco usaba en Turín:
Hacer Amigos: Primero, escucharon a las personas que ya vivían allí, especialmente a las familias nativas y a los inmigrantes. No impusieron su forma de ser; aprendieron de ellos.
Abrir Casas: Crearon talleres, escuelas y oratorios para que los jóvenes pudieran aprender un oficio, jugar, y sentirse parte de una familia.
Respetar la Tierra: Don Bosco les insistió en que respetaran las costumbres, las lenguas y la naturaleza del lugar.
La Misión de Argentina nos enseña que el amor de Don
Bosco es como una semilla que puede crecer en cualquier parte del mundo,
siempre que la plantemos con respeto y la reguemos con alegría.
PALABRA DE DIOS
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VÍDEO: 150 años de Misiones Salesianas
ORACIÓN FINAL
Señor, te damos gracias por Don Bosco y sus consejos: que seamos
alegres, humildes, respetuosos y cercanos a los demás. Ayúdanos a vivir su legado
en nuestras personas y en nuestro entorno. Amén.
Ave María
MARÍA
AUXILIADORA, RUEGA POR NOSOTROS
Jueves, 13 de noviembre
HUBO PERSONAS
QUE DIERON SU VIDA POR LOS DEMÁS
LECTURA y REFLEXIÓN
En el corazón de una selva densa, lejos de todo mapa conocido, vivía una tribu que se llamaba "Los Káro". Eran gente sabia, que se sentía invisible y no confiaba en los "hombres del exterior".
Un joven misionero salesiano llamado Manuel llegó allí, siguiendo el sueño de Don Bosco. Manuel no llevaba grandes libros ni sermones preparados. Solo llevaba una mochila ligera y una flauta de caña que su abuelo le había regalado.
Los primeros días, la tribu se escondía. Manuel se quedaba en un claro, bajo un gran árbol. No intentaba hablar ni forzar nada. Simplemente, por las tardes, se sentaba y tocaba melodías suaves con su flauta: músicas que hablaban de paz, de alegría y del sol al atardecer.
Un día, el Jefe de la tribu, un anciano con plumas brillantes, se acercó.
—¿Por qué tocas esa música, joven forastero? —preguntó con voz grave.
—Toco para que mi corazón no se sienta solo —respondió Manuel con una sonrisa sincera— Pero si mi música te molesta, me iré.
El Jefe se quedó pensativo. No le había molestado. De hecho, la música le recordaba a los cantos de sus antepasados.
Manuel no intentó enseñarles nada de inmediato. En cambio, le pidió al Jefe:
—Yo te he dado mi música. ¿Me enseñarías ahora la tuya? Cuéntame cómo vivís, cómo cuidas la selva y cuáles son vuestras historias más queridas.
Y así fue. Manuel se sentaba cada día con el Jefe, no para hablar, sino para escuchar. Aprendió los nombres de los pájaros, la forma en que los Káro daban gracias por la lluvia y sus costumbres para educar a los niños. Manuel les mostró un respeto que nunca antes habían conocido.
Un día, el Jefe le entregó a Manuel una pequeña piedra tallada.
—Esta piedra es un símbolo de amistad verdadera en nuestro pueblo. Tú has venido no para cambiar nuestra flauta por la tuya, sino para escuchar cómo suenan las dos juntas. Ahora, eres de los nuestros.
Fue después de que la tribu le abrió su corazón que Manuel pudo compartir, con mucho respeto, lo que él llevaba dentro: la alegría de Jesús, que era como la música más hermosa que existía: una melodía de amor y servicio.
La tribu Káro no cambió su forma de
vivir, pero acogió con cariño el mensaje de Manuel. Él les ayudó a crear una
pequeña escuela bajo el árbol, no para que olvidaran sus tradiciones, ¡sino
para que fueran más fuertes! Aprendiendo a leer, podrían proteger mejor su selva
y sus historias.
La aventura de Manuel nos recuerda que
la misión salesiana, el gran sueño de Don Bosco, se trata de ir al encuentro
del otro con un corazón lleno de respeto, dispuesto a escuchar primero y a
servir después. La mejor música del mundo siempre nace de la amistad. Dar la vida no significa solo arriesgar la
salud física, sino vivir cada día pensando en el bien de los demás. El amor
verdadero es generoso y entregado.
PALABRA DE DIOS
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ORACIÓN FINAL
Señor Jesús, gracias por quienes dieron la vida por amor a Ti y a los demás. Danos valor para servir con generosidad, incluso cuando sea difícil. Enséñanos a amar sin medida. Amén.
Ave María
MARÍA AUXILIADORA, RUEGA POR NOSOTROS
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Viernes, 14 de noviembre
LOS SALESIANOS AYUDARON A PUEBLOS OLVIDADOS
REFLEXIÓN: Los Amigos de los Olvidados: ir donde nadie más iba
Chicos y chicas, la misión de los salesianos, desde el principio, fue como la de un buen detective o un explorador, pero no buscaban tesoros de oro. Buscaban personas.
Don Bosco miró el mundo y se dio cuenta de algo triste: había rincones y pueblos enteros de los que nadie se preocupaba.
Cuando Don Bosco envió a sus primeros misioneros a la Patagonia, Argentina, y a otros lugares, lo hizo porque allí se encontraban dos tipos de personas que más le importaban:
Los Últimos: Eran los jóvenes de las tribus nativas (como los Káro del cuento, o los Mapuches), a quienes otros veían como "problemas" o "salvajes".
Los Despistados: Eran los hijos de los inmigrantes que llegaban a los países nuevos sin casa, sin escuela y sin nadie que les dijera "¡Tú vales mucho!".
Don Bosco les dijo a sus salesianos: "Vayan a ellos. Ofrezcan lo que nadie más les ofrece: un hogar, una escuela y, sobre todo, mucho cariño."
Esta idea de ir a ayudar a los olvidados se llama opción preferencial por los pobres. Suena un poco serio, pero significa algo sencillo: "Si tengo que elegir a quién ayudar primero, elijo al que más lo necesita".
Los salesianos no se preocuparon por abrir colegios en los barrios más ricos o famosos. Su energía y su amor fueron para: los que estaban solos, los que no tenían voz, los que vivían lejos de todo.
Esta
es una de las mayores lecciones de Don Bosco: ser valientes para ir a donde el
amor es más necesario, no donde es más cómodo.
Pensemos:
Nosotros, como alumnos de un colegio salesiano, somos herederos de esta misión. Ser un "amigo de los olvidados" no significa que debamos irnos en un barco mañana. Significa que aquí, en el patio de Madrid, en nuestra clase, debemos buscar a ese compañero que está solo en un rincón o a ese amigo que no se atreve a hablar.
¿A
quién podemos darle hoy ese cariño salesiano que quizás nadie más le está
dando?
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ORACIÓN FINAL
Jesús, te damos gracias por los salesianos que fueron a ayudar a quienes nadie tenía en cuenta. Ilumina nuestro corazón para ver a los que están en la sombra y ser luz allí donde haya necesidad. Amén.
Padre nuestro…
MARÍA AUXILIADORA, RUEGA POR NOSOTROS
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