Buenos días 03/11/2025
Lunes, 3 de noviembre
RECORDAMOS CON CARIÑO A LOS QUE FORMARON PARTE DE NUESTRA HISTORIA
REFLEXIÓN
¡Buenos días a todos!
Queridos niños, hoy queremos recordar con cariño a todas las personas que alguna vez caminaron con nosotros y ahora están con Dios. Puede ser un abuelo, una abuela, un amigo, un maestro o alguien que fue parte de nuestra vida y nos enseñó a ser mejores.
Jesús nos dijo: “Yo soy la resurrección y la vida; el que cree en mí vivirá para siempre”. Eso significa que, aunque esas personas ya no estén físicamente aquí, siguen viviendo en el corazón de Dios, y también en nuestro corazón cada vez que hacemos memoria de lo que nos enseñaron.
Don Bosco también nos animaba a mirar la vida con esperanza y alegría, sabiendo que Dios nos quiere felices y unidos. Recordar a los que ya partieron no es estar tristes, sino dar gracias a Dios por ellos, porque fueron un regalo.
Hoy, al pensar en esas personas, podemos rezar un Padrenuestro y ofrecer alguna buena acción en su recuerdo. De esa manera, seguimos caminando con ellos, con la certeza de que un día nos encontraremos en la gran familia de Dios.
PALABRA DE DIOS: Lucas 17, 11-19
VÍDEO: Día de los muertos.
ORACIÓN FINAL
Señor Jesús, hoy te recordamos con amor a quienes formaron parte de nuestra
historia. Gracias por lo que nos enseñaron y por todo lo que significaron.
Ayúdanos a conservar su memoria como un tesoro y a ser personas agradecidas.
Amén.
Ave María
MARÍA AUXILIADORA, RUEGA POR NOSOTROS
Martes, 4 de noviembre
LLAMAR A CADA
UNO POR SU NOMBRE,
SIN INSULTOS
Dios nos ha creado a cada uno único y especial, y nos da un nombre que nos identifica. Cuando llamamos a alguien por su nombre, estamos reconociendo que esa persona es valiosa.
Jesús nos enseñó a amar a nuestro prójimo como a nosotros mismos. Eso significa que nunca debemos usar palabras feas ni insultos para hablar de otros o llamarlos. Cuando llamamos a alguien con respeto, estamos mostrando amor y bondad, tal como Dios quiere.
Don Bosco siempre decía que los jóvenes deben tratarse con cariño y respeto, porque así se construye una familia unida y feliz. Recuerda que tus palabras tienen poder: pueden hacer feliz a alguien o lastimarlo. Por eso, hoy podemos comprometernos a llamar a todos por su nombre y con amabilidad, construyendo un colegio lleno de respeto, amistad y alegría.
PALABRA DE DIOS: Mateo 10, 1-4
«Jesús llamó a sus doce discípulos… Simón (Pedro), Andrés, Santiago, Juan…».
VÍDEO: https://www.youtube.com/watch?v=db60bmiGl5M
IMAGEN
ORACIÓN FINAL
Jesús, gracias por conocerme por mi nombre. Enséñanos a llamarnos siempre con
amor, sin apodos hirientes, y a tratarnos con respeto. Haz de nuestra
convivencia un reflejo de tu ternura. Amén.
Ave María
MARÍA AUXILIADORA, RUEGA POR NOSOTROS
.
AYUDAR A QUE
TODO ESTÉ ORDENADO Y LIMPIO
En el Colegio San Juan Bosco, había un patio enorme, lleno de colores y de vida. Pero, después del recreo, ¡ay!, a veces parecía que había pasado un tornado de balones, cuerdas y envoltorios de meriendas.
Allí jugaba Leo, un niño con la sonrisa más grande del colegio. A Leo le encantaba jugar, pero a la hora de recoger, siempre se escabullía. "¡Que lo recojan los otros!", pensaba.
Un día, Leo vio a Sor María, la monja encargada de la clase de arte, intentando llevar una caja gigante llena de materiales a su salón. Sor María estaba muy cansada y la caja era muy pesada.
Leo se acercó para ayudarla: "¡Sor María, déjeme ayudarla!".
"Gracias, Leo, eres un sol", dijo ella. "Pero ten cuidado al entrar al salón... está un poco desordenado."
Al entrar, Leo casi tropieza con una pila de libros. Tuvieron que mover tres sillas para poder dejar la caja en la mesa. Sor María suspiró y dijo: "Cuando las cosas están desordenadas, ¡hasta la ayuda más sencilla se vuelve difícil!".
Esa noche, Leo no podía dormir. Pensó: "Si el patio estuviera ordenado, Sor María no se cansaría tanto. Si mi cuarto estuviera ordenado, mi mamá no perdería tiempo buscando mi zapato perdido".
A la mañana siguiente, Leo tuvo una idea. Al terminar el recreo, en lugar de irse corriendo, dijo con su gran sonrisa: "¡Amigos, juguemos a ser el equipo de Don Bosco! ¡A ordenar en un minuto! ¡Quien lo haga más rápido, ayuda a que todos seamos más felices!".
Sus amigos, contagiados por su alegría, se unieron. En lugar de una tarea aburrida, se convirtió en un juego de velocidad y equipo. Los balones volvieron a su canasta, los papeles a la papelera.
Cuando la campana sonó, el patio estaba impecable. El director pasó, sonrió y dijo: "¡Qué maravilla! Un patio ordenado es un corazón contento."
Leo entendió entonces el secreto: Ayudar a ordenar y a limpiar no era solo una regla, sino un regalo que le daba a los demás. Hacía la vida de sus amigos y profesores más fácil, y llenaba su propio corazón de la alegría de servir.
Moraleja: El orden es el primer paso para poder servir a los demás con alegría.
El Mensaje de Don Bosco: Imagina que Don Bosco te ve ayudando a barrer o a limpiar un pupitre. ¿Qué crees que te diría para felicitarte y animarte a seguir?
La
Importancia de lo Pequeño: A veces
pensamos que un solo papel en el suelo no importa. ¿Por qué el orden y la
limpieza dependen de que todos hagamos esas pequeñas cosas?
¿Qué vas a proponer hoy a Dios (o a ti mismo) para ser una persona que ayuda de verdad a que todo, en tu casa y en tu colegio, esté más limpio y ordenado?
PALABRA DE DIOS: 1 Corintios 14, 40
VÍDEO: https://www.youtube.com/watch?v=ZcDiLk5ZOBo
Jesús, gracias por este lugar de
aprendizaje. Ayúdanos a cuidarlo, a ser ordenados y responsables. Danos ganas
de cooperar y hacer de nuestro cole un espacio limpio y acogedor. Amén.
Ave María
MARÍA AUXILIADORA, RUEGA POR NOSOTROS
AGRADECER TODO LO QUE NOS ENSEÑAN
Lucas era un niño muy listo, pero a veces, se le olvidaba una cosa muy importante: decir "gracias".
Un día, su abuelo, Don Benito, le regaló el juguete más deseado: un tren eléctrico con luces y sonido. Lucas, emocionado, solo gritó: "¡Genial!" y corrió a jugar. No le dijo gracias al abuelo.
Al día siguiente, en el colegio, su profesora, Sor Inés, le dedicó tiempo extra para explicarle un problema difícil de matemáticas. Cuando lo entendió, Lucas simplemente cerró su cuaderno. No le dijo gracias a Sor Inés.
Por la noche, su mamá le preparó su cena favorita: pizza casera. Lucas comió dos porciones rápidamente y dijo: "Ya estoy lleno". No le dijo gracias a su mamá.
A Lucas le pasaban cosas maravillosas, pero sentía que algo le faltaba. Se acostaba y pensaba: "Tengo un tren genial, ya sé matemáticas y comí pizza... pero no me siento completamente feliz".
Una mañana, Don Benito, el abuelo, lo vio un poco triste y le dijo: "Lucas, el secreto de la alegría no está en lo que recibimos, sino en cómo lo miramos."
El abuelo le dio un pequeño cuaderno de tapas rojas y le pidió: "Durante una semana, escribe en este cuaderno tres cosas buenas que te pasen cada día y a quién le darías gracias por ellas. Es tu Diario de la Gratitud".
Lucas empezó a escribir. El primer día puso:
- Gracias a mi papá por llevarme al parque.
- Gracias a mi amigo por compartirme su pelota.
- Gracias a Dios por el sol.
VÍDEO: https://www.youtube.com/watch?v=Iu7LQ-w5oP
ORACIÓN FINAL: Gracias, Jesús, por este día
Jesús, amigo nuestro,
te damos las gracias por
este día.
Gracias por la familia y
por los amigos
que nos hacen reír y nos
cuidan.
Gracias por nuestro
colegio,
por los profes y por Don
Bosco,
que nos enseñan a ser
buenas personas y alegres.
Gracias por las cosas
pequeñas y bonitas:
por el sol, por la
comida,
y por poder jugar un
ratito.
Ayúdanos a tener un
corazón agradecido
y a compartir nuestra
alegría con todos.
Amén.
Viernes, 7 de noviembre
CUENTO Y REFLEXIÓN: El Secreto del Pase de Baloncesto
En el gimnasio del colegio, la clase de 4º de Primaria estaba aprendiendo a jugar al baloncesto. Había un chico llamado Lucas que era el más alto y saltaba muchísimo; a él le encantaba tirar a canasta y lucirse con los puntos. Su lema era: "El que anota gana, y el que anota soy yo".
Había otra alumna, Sofía. Sofía era más bajita y no le gustaba tirar a canasta, le daba vergüenza fallar delante de todos. Pero Sofía era la mejor del grupo haciendo pases: eran rápidos, exactos y siempre llegaban justo a las manos.
Durante un entrenamiento, el equipo de Lucas iba perdiendo. Lucas tenía el balón y, como siempre, intentaba correr solo para tirar. Dos compañeros del otro equipo lo rodearon. ¡Estaba atrapado!
Lucas se frustró y, al intentar saltar, perdió el balón.
El Padre Ángel, que estaba observando, hizo sonar el silbato. Llamó a Lucas y le preguntó: "Lucas, ¿sabes cómo consiguió Don Bosco que el patio fuera tan feliz? ¡No lo hizo él solo! Lo hizo con la ayuda de muchos amigos y colaboradores."
Luego, el Padre Ángel le señaló a Sofía, que estaba a un lado: "Mira, si en la cancha solo quieres hacer canastas tú, te van a bloquear. Pero si usas el pase, multiplicas tu fuerza con la de tus compañeros."
Lucas lo entendió. Volvieron al juego.
En la siguiente jugada, Lucas recuperó el balón. En lugar de correr, miró a su alrededor. Vio a Sofía. A pesar de que ella estaba lejos de la canasta, le hizo un pase rápido y fuerte.
Sofía, sorprendida, recibió el balón y, en lugar de tirar (que no era lo suyo), vio que otro compañero, Javi (que estaba libre cerca del aro), podía anotar. Hizo un pase perfecto a Javi.
¡Javi metió la canasta! El punto fue un trabajo de equipo: Lucas lo inició, Sofía lo facilitó con su habilidad especial, y Javi lo completó.
Lucas no había anotado, pero sintió una alegría mucho más grande que cuando metía él solo. Corrió a chocar las manos con Sofía y Javi.
Ese día, Lucas aprendió que ser un buen compañero no es solo compartir el balón, es reconocer el talento de cada uno (como la puntería de Javi o los pases de Sofía) y usarlo para que todo el equipo gane.
PALABRA DE DIOS:
IMAGEN
Jesús, gracias por darnos compañeros con quienes aprender y crecer. Ayúdanos a
ser buenos amigos, a trabajar en equipo y a apoyarnos mutuamente. Que nuestra
clase sea un refugio de ayuda y amistad. Amén.
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